lunes, 14 de julio de 2014

Un Predicador Conforme al Corazón de Dios

     Entregar el mensaje bíblico es y seguirá siendo una responsabilidad que no sólo se relaciona con el contenido del mensaje hablado, sino también está directamente relacionado con el mensaje vivido por el predicador.
     Indiscutiblemente que habrá sentidos distintos en como se puede vivir el mensaje predicado y de ello dependerá la impresión que se lleve quien está observando al predicador en su cotidianidad. 
      Será reconocida la vida del predicador como mala y como una desonra al nombre de Dios si su estilo de vida está divorciada de su mensaje; pero será reconocida como una honra al nombre de Dios, si por el contrario, su estilo de vida está en concordancia con lo establecido por Dios para el ser humano.
      De esta manera se puede decir que el punto de vista de los no creyentes dependerá del estilo de vida que se ofrezca ante el mundo. Por supuesto esto no dejará a Dios sin opinión. Dios desea que sus hijos que se encargan de predicar su Palabra sean reconocidos como fieles portadores del mensaje sagrado de edificación y salvación.
     Dios nos guíe al estilo de vida que honre con nuestros hechos el mensaje que predicamos.

Miguel Toni Muscarneri Forte
Pastor
Iglesia Diestra de la Majestad
Los Guasimitos

6 comentarios:

  1. Un siervo de Dios debe cuidar constantemente en su vida su preparación espiritual, sea cual sea la función que desempeñe tanto dentro como fuera de la congregación del señor puesto que tanto fuera como adentro DIOS constantemente está presente en nuestras vidas. Siempre será visible ante los demás nuestra vida espiritual personal el estado y el cuidado que le damos a la misma y para un predicador de la palabra de Dios es más visible todavía, para lograr tener una buena y eficaz predicación es necesario creer y vivir lo que se predica los hechos de nuestras vidas hablan más duro que las palabras de nuestra boca así sean dichas a alta voz, por ende DIOS demanda fidelidad de parte de nosotros hacia Él y su palabra. Lo cual se traducirá en una vida espiritual sana y fortalecida y nos dará la autoridad requerida para llevar el mensaje que Dios nos da para su pueblo. En definitiva la mejor autoridad para proclamar la palabra de Dios es vivir en ella.
    Un predicador es un embajador de Dios ante la tierra y sus habitantes todo lo que diga y haga tanto el cómo sus consiervos será juzgado delante de Dios sean sus obras buenas o malas, DIOS mismo nos capacita he instruye nos da todo lo necesario para servirle y para permanecer fiel ante El. Nuestra responsabilidad ante el mundo es ser hombres y mujeres fieles ante DIOS leales y piadosos llenos de toda sabiduría celestial, y delante de DIOS recordar que somos embajadores de EL, HERALDOS administradores de su gracia en la tierra instrumentos suyos y portadores de su gloria

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    1. No se discute ni se negocia el requerimiento de un buen estado espiritual para llevar un ministerio eficiente, eficaz y fructífero. La razón de la preparación y el cuidado espiritual no se encuentra en el nombre del cargo que se posee, sino en el resultado final que todos unidos como cuerpo de Cristo debemos entregar al Señor para que su nombre sea el glorificado.

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  2. La predicación de la Palabra de Dios no es algo que se deba tomar a la ligera, esta es en lo sumo una tarea sagrada que requiere dedicación, consagración, y total dependencia del Señor, para que así exista concordancia entre lo que se vive y lo que se predica, por lo que es necesario que el predicador tome en cuenta los siguientes aspectos:

    -Prepararse espiritualmente para lograr una predicación eficaz: La oración y el estudio de las Escrituras deben ser prácticas fundamentales en la vida de un creyente (Ef. 6:18 / Pr. 7:2-3) y aún más para aquel que se desempeña en el ministerio de la predicación, ya que estas son las formas más directas de comunión con Dios, siendo la oración el medio para encomendarse al Padre demostrándole de este modo que depende de Él, y a su vez; que de Él espera las directrices, temática y tendencias para la elaboración de mensajes con base en la Palabra de Dios que de antemano ha atesorado en su corazón y ha escudriñado como la principal e inigualable fuente de alimento espiritual que suplirá las necesidades particulares del pueblo de Dios y las de aquellos que aún no han creído en Jesucristo como su Salvador y Señor.

    -Esmerarse por dar una buena imagen de sí mismo ante Dios y ante el mundo: Todo predicador debe ser irreprensible; llevar un estilo de vida ejemplar a tal punto de que su carácter pueda parecerse al de Cristo así como en una oportunidad el apóstol Pablo con autoridad lo afirmo de sí mismo (1 Co. 11:1), apartado de toda situación que lo desacredite, lo exponga al pecado y le haga caer manchando su testimonio; debe cuidar su comportamiento ante el mundo (Col. 4:5-6) forjándolo al punto que sea digno del evangelio de Dios (Fil. 1:27) reflejando una vida integra en cuanto a palabra, conducta, amor, fe y pureza (1 Tim. 4:12), de tal manera que como representante de Dios en la tierra tenga credibilidad al proclamar Su nombre y lo deje en alto, así como también su vida pueda ser de inspiración tanto para creyentes a seguir creciendo en la fe, como para incrédulos a llegar a los pies de Cristo y glorifiquen Su nombre (Mt. 5:16) motivados por las buenas obras de un siervo de Dios.

    Comentario: Christian Muscarneri y Frank Vergara

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    1. Nunca se podrá derribar la realidad de que los hechos reales de una persona hablan siempre más fuerte que las palabras de un buen argumento no practicado. Conservar una mera imagen entonces no siempre es lo más adecuado si esa imagen que se quiere tiene la intención de ocultar realidades no deseables delante de Dios. La imagen correcta que se debe dar es aquella que muestra con sinceridad la vida tal como es, dispuesta para cambiar lo que corresponde cambiear para dar la gloria merecida a Dios a través de nuestras acciones.

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  3. Existen un aspectos importantes en la preparación del Mensaje Bíblico; la preparación del predicador. Es importante señalar que debe ser íntegro en cuanto a su vida personal como lo encontramos en 2 Cor. 11:1 donde el apóstol pablo dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”, deben ser Irreprensible 1 Tim 3:1-2. Que tenga buen testimonio de los de afuera… 1 Tim 3:7, al igual tener una buena relación con Dios por medio de la oración como lo vemos en Hechos 6:4 “…Y nosotros persistiremos en la Oración y en el ministerio de la Palabra”. Al predicador tener una preparación Espiritual personal adecuada ante los ojos de Dios la predicación será eficaz. Una vez que el predicador se ha preparado espiritualmente está listo para preparar el mensaje de Dios y predicárselo a su congregación. El predicador debe orar antes y durante la preparación del mensaje, al predicar, al hacer la invitación a responder y obedecer y para que Dios continúe la obra que Él comenzó en los que respondieron.
    El Predicador ha sido llamado por Dios para anunciar, proclamar, y enseñar. Como heraldo para proclamar el mensaje de Dios no el suyo. Debe ser consciente que es un siervo de Dios para predicar y exaltar a Cristo, no a sí mismo. Es un mensajero designado por Dios delante de los hombres como embajador para representar a Cristo, no a sí mismo.

    Yurimar Pereira
    Yudith de Pereira

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    1. El valor que tiene predicar el mensaje del Señor para quienes son miembros de su pueblo, debe mover al predicador a dedicar su vida por entero a la voluntad de Dios en cuanto a este ministerio, que a suvez involucra directamente la vida del mismo; por lo tanto no está desligado el mensaje de la forma de vivir del predicador.

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